1 jun 2010

¿Qué fue de las princesas?

De porqué Cenicienta se cansó del “Y vivieron felices por siempre” A esta hermosa muchacha, hija de gentilhombre, de un día para otro, el papá le puso madrastra y un par de hermanastras envidiosas y bien parecidas a Chucky. Este señor (que tampoco era tan gentil ) estaba más ciego que la pared de enfrente, pues nunca se dio cuenta que la hija estaba de “Natacha” de sus nuevas parientes. Cierto día, a Ceni se le presentó la oportunidad de conocer al chico de sus sueños pero no tenía ni para el vestido, ni para el spa. No faltó su hada madrina que cayó por ahí y le implementó tremendo styling , que la chica, hasta princesa ,no paró. Pero como nada es para siempre y la realidad te golpea en cualquier parte, al poco de casada, Ceni se dio cuenta que no solamente había cambiado de status, sino también de cocina. Pasó de cuidar el fogón en la casa de su madrastra a preparar ricos pastelillos (ay, esta chica!) en la cocina real de palacio. El lío vino cuando se le terminaron los aparatos domésticos para estrenar y empezó a repetir recetas. Entonces, el príncipe azul empezó a quejarse y a protestar porque Ella no cocinaba como su mamá, no lavaba como su mamá, no limpiaba como su mamá, no planchaba como su mamá , mamá, mamá, mamá y mamá. Se armó el chongazo y Ceni, con lágrimas en los ojos, llegó a la conclusión de que su amado ya no se veía ni tan príncipe ni tan azul “¿Porqué no estudié una carrera universitaria?”, se dijo amargamente.

Donde Blanca Nieves sí supo aprovechar la lección. A esta doncella de piel blanca como la nieve, labios rojos como la sangre y cabellos negros como el ébano, también le pusieron madrastra (mira que vocación con el matrimonio de estos padres!) cuando su viejita, la reina, ni siquiera había enfriado bien. La nueva reina, muy hermosa Ella, tenía un espejo mágico que de tiempo en tiempo consultaba para saber quién era la más bella del reino y el espejo, que muy en el fondo era un macho adulador , le decía: “ La más bella del el reino eres Tú”. Sí, Juan.
Cierto día cuando Blanquita ya estaba medio crecidita, la madrastra hizo la misma pregunta, pero esta vez, el espejo voluble (no les digo? Macho total!) Contestó que nel, naranjas, ya fuiste mi reina. Ahora Blanquita es la voz. Y claro, como toda madrastra que se respete, mínimo revientas el espejo o corres a la infeliz. Sin un padre que la proteja, porque siempre los padres son los únicos que no te creen que la vieja bruja de su mujer te quiera matar, y por esas cosas del destino o del espejo, desengañada del mundo, Blanca Nieves resultó viviendo en medio del bosque con siete chicos empresarios de la minería. Muy liberados Ellos, felices de la vida, la llenaban de lujos, joyas, carruajes, bolsos de Hermés, trajes Chanel y cuanta cosa pudiera pagar el dinero. Aparte, se la pasaban genial. Cierto día, llegó por ahí un príncipe hijo de papá, bello como el sol que se quiso levantar a nuestra Blanquis pero como Ella con la realeza no quería saber nada (a sus oídos llegó la historia de cierta chica que perdió su zapatito y acabó en la cocina de cierto palacio) y pensando también que 7 son mejor que 1, lo despachó en un dos por tres “Sigue tu camino, no más, papito”. Despechado, el príncipe se dedicó a contar historias a sus amigotes. Historias sobre manzanas y brujas, sobre doncellas en urnas y enanos mineros, pero a Blanquita le llegó altamente lo que la gente piense y fue feliz como una perdiz con sus 7 chicos hasta que les pusieron el canon minero, pero esa es otra historia.

En la que contamos porqué La Bella Durmiente del Bosque ahora tiene un vivero “Nada de esto hubiera pasado si mis padres hubieran invitado a esa bruja”, se dijo Aurora. Tiempo atrás, el día de su bautizo, una bruja malvada le echó una maldición: “Si trabajas con una rueca, mueres”, pero claro, sus hadas madrinas conjuraron este designio, para que solamente callera dormida hasta que el príncipe encantado viniera a darle un beso de amor. Así que, durmió y durmió por un siglo, hasta que su príncipe llegó al centro del bosque en donde se hallaba su castillo, a besarla. Sin demora, porque la novia no podía esperar más, en medio de gran lujo y pompa, se casaron. Al poco tiempo Bella Durmiente, en realidad despertó cuando notó que su príncipe se las traía. Se las traía con Ceni, con Blanca y con cuanta princesa y plebeya se le cruzara por delante y como era evidente que Él nunca cambiaría, entonces decidió cortar por lo sano. Después de todo para sueños ya tuvo 100 años. Como no había podado su jardín desde hacía un siglo, y menos para la apresurada boda, se dio a la tarea. Grande fue su sorpresa cuando descubrió que tenía una variedad increíble de orquídeas y tulipanes, así que, como nunca tuvo tiempo de estudiar, ni de hacer nada mejor con su vida que dormir, se le ocurrió montar tremendo negocio. Llamó a Patricia, nieta de una amiga suya (pobrecita, todas se le habían muerto) que trabajaba en la Asociación de Exportadores (ADEX) y hasta hoy.todavía siguen exportando. Bella Durmiente se cambió el nombre a Aurora Prince, aprendió a utilizar la Internet y hasta su blackberry tiene. De vez en cuando se escapa a los Fashion Week, y viaja por toda Europa y Sudamérica. Libre de la menstruación (tiene más de 100 años , pues) aunque tiene algunos “amigos” ocasionales, no ha vuelto a casarse porque se siente un poco mayor para eso y tampoco le provoca . “Nada de esto hubiera pasado, si mis padres hubieran invitado a esa bruja”, dice Aurora, feliz.
Acerca de cómo Rapunzel consiguió soltarse la trenza y graduarse de abogada. Bien cortita. Luego de mucho sufrir y pagar culpas ajenas encerrada en una Torre, Rapunzel aprendió a leer y se comió media biblioteca de la reina bruja que la tenía prisionera. Cuando el príncipe subió por su trenza quedó cautivado con la inteligencia de la chica, que tal vez no era bonita y su trenza le daba un aspecto medio hippie, pero definitivamente era alguien con quien sí se podía hablar y se la llevó con Él. Juntos fueron a la universidad. Él estudió diplomacia y gobernabilidad, como buen príncipe heredero, Ella; derecho y sociología. Nunca se casaron y quizá por eso, la cosa funcionó. Rap soltó su trenza y recortó un poquito su cabello, pero no encontró trabajo. El mundo no estaba listo para una chica tan brillante. Para matar sus ratos libres aprendió  pole dance y lo hizo tan bien que ahora está de gira y se presenta en los mejores night clubes de Europa. A su príncipe no le molesta para nada. Es que ni te imaginas las cosas que puede hacer con ese cabello descomunal. Es un encanto ese chico. Las cosas que logras con la lectura, no?

Y en donde podemos llegar a la conclusión que el lobo también puede tener un final feliz. Aunque en la historia oficial jamás se mencionó el linaje del lobo, debes saber que desciende de los más antiguos príncipes licanos. Pero como a veces pasa hasta en las mejores familias, el abuelo rey lobo hizo magia con los negocios familiares y zás! Se volvieron todos pobrecitos. Así que nuestro lobo tuvo que vagar y vagar por el mundo en busca de casa y comida. Cuando conoció a Caperucita Roja la boca se le hizo agua. Literal. Era una chica ingenua, muy juiciosa y guapa que le creyó todas las mentiras que Él tenía para decirle. Sin embargo y no como dice el cuento, Él tuvo pena de la inocente, decidió portarse bien y se fueron a vivir juntos, a casa de su abuela. Cierto día, la abuela que se prendó de la suave piel del lobo, quiso atrasar a Cape y le contó una historia acerca de mordidas, narices y orejas en punta. “¿Cómo pudiste, Lobo?” bramó adolorida Caperucita, buscó a un amigo que era cazador y a escopetazos lo corrió de la casa, pero como no todo es malo en esta vida y el lobo , finalmente es lobo, se fue a Hollywood y probó suerte en el cine. De moda estaban Crepúsculo y True Blood, así que no le fue difícil convertirse en una estrella. Mientras la Cape , a quien el bosque le resultaba como Venecia sin ti, extrañaba a su lobo más y más. Dejó la casa de la abuela (quien se había conseguido un lobo adolescente) y fue en busca de su licano. Al encontrarse, Lobo dejó su chamba de actor y se fue a vivir con la Cape en una casa rodante que compró con sus ahorros. Ella se trajo la receta de los pastelitos que tanto le gustaban a Él y de vez en cuando, se pone su caperuza y salen a jugar a las mordidas por ahí.
 Y colorín, colorado, mis cuentos perversos se acabaron!


3 comentarios:

Anónimo dijo...

Oe que bonita, las historias ....., espero que escribas muchas mas...slds

una pregunta porque te gusta mucho samantha o las samanthas en la pelicula?

China Toon dijo...

Agradezco tus palabras...hasta ahora no sé que me fumé, la verdad, jaja...

¿Samantha? Porque es una persona que no tiene inhibiciones, que vive la vida y no deja que la vida la viva (perdón por citar a Susy, pero calza perfecto), posee mucho sentido del humor y del amor,pero especialmente es muy buena amiga de sus amigas.

Unknown dijo...

ke buenas historias! se parecen mucho a la vida real, jejeje