29 abr 2010

Vamos a ver a la chica de la tele

Para todas las ex niñas que hoy dignamente ostentamos la base 3 y porque no, la 4 era lo más común cada fin de semana ver “Hola Yola” y si no te sabías “La gallina turuleca” o “El capitán de los siete mares”, con coreografía incluida para tu próxima fiesta, sencillamente estabas en nada, no había sorpresa para ti, no te premiaba el payaso. No eras nadie. Como ya comenté en la primera entrada, Diosito me bendijo, sino con la habilidad de una Jackson five, al menos me dió los piecitos correctos para ejecutar algunos movimientos con la gracia y flexibilidad necesarias como para no pasar el roche y a veces, como no, ser el centro de atracción en las fiestecitas de mi remota infancia. Bailaba bien, cantaba un poco, charlaba, contaba chistes…una Chacaloncita Yo, lista para que mi papá me lleve al circo o monte su carpa y a chambear señorita, pague su colegio y junte para su universidad.

Mi hermana mayor, en ese entonces tenía 11 años y un muy desarrollado sentido comercial, andaba molestando a mi mami para que la deje llevarme “a Yola”. Seguramente y como varias veces le oí afirmar, tenía planeado ser mi manager y ganar mucha plata conmigo. Pero, como a la señora Ley (ósea mi mamá) nunca le pareció adecuado ese mundo de los ricos y famosos, dio al traste con sus ilusiones. Y reconozco que era bonito soñar un poco con eso, pero…Yola tenía su odiosa leyenda negra. Decían por allí que pellizcaba a los niños y claro, pensando las cosas bien, seguramente no era fácil lidiar con tanto niño chillón, semi divo, caprichoso e irracional, y encima mantener la calma y la cordura. Siendo Yo la niña sabelotodo, la artística y bailarina, fijo y refijo que me ganaba mi colección de uñas de Yola clavadas en mi brazo. Así que no way, no cuentes conmigo, jamás de los jamases. Yo no quiero ser burbujita. Pero tampoco fue necesario armar la campaña antiYola de protección contra pellizcones, porque a los 11 años no tienes mucha autonomía para tomar el bus e ir en busca de la fama y la fortuna con una hermanita de 5. Aunque hay que ser justos, lo de los pellizcones nunca se le comprobó y si Yo hubiera estado en su lugar, hoy creo que mi leyenda sería peor, con esas pelucas de colores, las botas que te comen las piernas, la cara muuuy pintada, pero con una camisita de esas que las manguitas te las amarran por detrás. Y es que a Yola la ha querido con toda el alma y a pesar de todo. Los momentos cumbres de mi infancia los pasé acompañada de sus canciones. Y es que Yo : “ Soy una pantera que vive feliz , tengo mil motivos para sonreír, la vida es hermosa, es color de rosa, todo es alegría para mi”. Y también he sido “semilla chiquita blando corazón” o he ido y vuelto de la “feria de Cepillín, encontré una guitarra, tara, tara la guitarra” pero por sobretodo comparto estos recuerdos felices con mi prima Ch. Para decir la verdad Ch no es mi prima sino mi sobrina nieta, de la misma edad que Yo. Es una parte de los enredos familiares que me es difícil de contar sin precisamente enredar a quien me escuche, pero bueno, el caso es que de pequeña no entendía cómo eso podía ser (tía abuela prácticamente desde que nací) era más fácil reemplazar el parentesco que para eso una es niña y el mundo es tuyo, no? . Ch y Yo crecimos juntas, bailamos juntas, compartimos travesuras juntas. Nos convertíamos en capullos, agachaditas en el suelo, enrolladas para bailar “La semillita”, esa canción en la que Yola, con una voz suave y melodiosa, iba describiendo de a poquitos las etapas de crecimiento de la semilla, mientras una se desenredaba, lento, despacio hasta quedar extendida y saltar como loca para alcanzar el sol…con nuestra imaginación. Con el tiempo Yola fue reemplazada por Parchís y Menudo, pero esa ya es otra historia más, siempre que tengo que pensar en Ch pienso en Yola y en las cosas que pasaron, que hicieron que nos alejáramos una de la otra. Cosas de los adultos, cosas que no eran de burbujitas.

Tengo amigas que ya grandotas han ido a ver a Yola con sus hijas. No tengo hijas y tampoco he tenido sobrinas que anden en esa onda. En realidad, mis pocas sobrinas enanas de edad son puro Hannah Montana o Lazy Town y las otras sobrinas (enanas pero no de edad) que pudiera tener son más viejas que Yo y en sus épocas no había TV. La envidia me corroe un poco cuando me cuentan la emoción que sintieron al volver a cantar y bailar con Ella, en vivo y en directo. Sentirse burbujita de nuevo no tiene precio, pero claro en el fondo Yo no quisiera ver a mi ídolo de la infancia con todas esas cosas que ahora se pone, o comprobar que canta más ayudada por el playback que nunca, o que las botas le quedan más flojitas que antes o…qué se Yo? Prefiero mil veces guardar el recuerdo de mi niñez, de Ch y nuestras tardes de bailes, de mi hermana tratando de comerciar con mis supuestos talentos y de mi tía Chola Power haciéndome la promoción en la fiesta de cumpleaños del mi primo Danielito: “Esperen a que venga mi sobrina. A Ella sí que no le da vergüenza bailar. No tiene miedo del payaso como Ustedes” azuzaba a los niños que no querían saber nada con el cumpleaños. “Yola Desastre” le decían y se burlaban de Ella, todos mis tíos. Y “desastre” fue cuando llegué miré al payaso, vi todo lleno de niños menores que Yo y a Yola Desastre dispuesta a lanzarme al estrellato y salí corriendo hacia el segundo piso de la casa del abuelo. Atrincherada en la pequeña salita de la TV, no salí en el resto de la fiesta, ni para soplar las velitas. Yo no quiero ser burbujita. Y es que para entonces, Ch andaba por Trujillo, y su familia desmembrada, estaba de moda “Thriller”, Yo tenía casi 10 años, y la pubertad me andaba rondando. Había crecido y archivado algunos de mis recuerdos de la niñez, junto con la chica de la tele y la burbujita que alguna vez fui, pero siempre dejando una puertita medio abierta, con el candadito flojo, a ver si alguna vez se escapan por allí y vuelven a hacer de las suyas conmigo. Burviejita que soy.

7 comentarios:

Unknown dijo...

ja ja esos de lospellizcones se escuchó bastante, bueno yo no era muy fan de Yola pero si bailaba sus cancione sporque todos lo hacían, yo era fan de Parchis y Menudo

Pepik dijo...

En páginas amarillas encontré una escritora, ora, ora la señora, China Toon, China Toon, en la casa de China Toon..... ♫
En páginas amarillas encontré una pucca, uca, uca, una pucca, little, little, Mrs Sunshine, eves, eves, Doña Nieves, ito, ito, Miguelito, ancho, ancho, cara e chancho, Chiquitín, Chiquitín en la Feria de Chiquitín.....♫

China Toon dijo...

Graciosa, Cecy!!! No pueees, para qué me pones a García Pérez aquí, jajaja. Besos, causita

China Toon dijo...

Oye, Ara! eres mi primera visita, snif, snif...luego te pago, jeje
Besos

Anónimo dijo...

Hola Yola ...¡¡¡ recuerdo que despues de mucho tiempo y en unas de sus tantas reapariciones de Yola fui a buscarlas a la ya olvidada Feria del Hogar ....mis amigas me aguantaron solo 10 minutos y luego tuve que salir corriendo tras de ellas ..ja ja ja y mi ultimo intno fallido que lo estuve planeando hasta que se suspendio; fue la vez que se iba ha presentar en el Jockey pero la noche anterior sucedio lo de UTOPIA ...buaaaa..¡¡ pero siempre que escucho sus canciones me teletransportan a mi infancia llena de fiestas y de colores yo tambien queria ser burbuja ..ja ja ja ja y hoy sigo esperando llegar a un matinee y poder escuchar alguna cancion de Yola para sentirme identificada con la matinee...como deberia ser pero eso ya no sucede mas ...¡¡

Unknown dijo...

ese anónimo es Yeni Figuera por siacaso, no llegó a ser BURBUJA solo BRUJa ahh jajjajajaa

China Toon dijo...

Hola, Yeni! Gracias por pasar por aquí y dejar tu comment. Yo amo mis recuerdos de Yola. Sus botas!!!! pero cuando se nos puso rocker no la entendí, la verdad