27 jun 2011

Paseando a la Señora Sunshine


Me pareció que en estas vacaciones (que se me van este jueves) iba a poder postear más seguido. Vil mentira. Como anduve de supervisora de obras (a ver, ¿supervisora en el trabajo y también en casa? ¿de qué vacaciones hablamos?) por el tema de la casa, los días se me han ido volando y yo sin casi ir a ningún lado. Me dirás que es el sacrificio pequeñito, pequeñito que debo hacer para rescatar del post bombardeo atómico a mi pobre nueva casa. Mis días han estado poblados de pisos y cerámicos, lístelos y ovalines, pegamento extrafuerte y arena fina, pero ya va valiendo la pena, sí, aunque mi lado egoísta (al que le encanta el hueveo, para qué te digo que no) ande con el ceño medio fruncido. Sin embargo y en medio de toda esta vaina, me he dado el tiempo para, entre un tarrajeo y otro, irme de compras hecha toda una ama de casa al más puro estilo Buen Hogar , ¿cómo dice que dijo? Algo hay que hacer, mis queridas y queridos. Yo no puedo quedarme entre cuatro paredes vigilando a unos señores que me ponen Radio Felicidad a todo volumen mientras trabajan medio calatos. Porque hay que ver como este trabajito de nivelar pisos y reemplazar cañerías (o al revés) se presta para el calateo. Y Yo soy una se-ño-ra ca-sa-da que no tiene porqué andarse ganando con estos espectáculos...ajá, ¡qué voy a estar viendo yo esos cuerpos decadentes sin preguntarme que fucking hago yo en medio de todo eso y en qué mala hora me metí a mártir de las remodelaciones! En fin, me tocó, pero me las ingenié para zafar.
Primera parada, en busca del azucarero perfecto: Mi marido dice que nuestra cocina va a parecer un quirófano. Será toda blanca con unos detalles en el lístelo de colorinches, como para que no nos den ganas de aplicarnos el bisturí (yo no sé a los 50, pero ahorita, no), entonces, algunas de las cosas que tenemos tienen algo de esos mismos colorinches, sea en platos, tazas y esos asuntos que para mí, a 3 años ya de feliz matrimonio, todavía son medio misteriosos. Suele decirse que en el matrimonio una debe mantener el misterio. Ahí tienes mi cuota, aunque dudo que tenga que ver con esto. En fin, resultó que en el rubro azucarero estaba más que perdida. He usado uno de acero inoxidable hasta el día de hoy y se me ocurrió que tener uno de porcelana no sería nada del otro jueves. Menos tardo en hacer mis compras de la semana que en encontrar el bendito azucarero perfecto. ¡Ah, sí! Porque algo perfecto debe tener mi vida y justo, justo, se me metió entre ceja y ceja que debía ser eso. Te juro, mi zapatero será el más feliz cuando le lleve mis botas todo-terreno-busca-azucareros a reparar. Perdí un taco en el intento y todo para terminar comprando un azucarero blanco ¡blanco! ...si en este momento me dices que las mujeres somos complicadas, te juro que te lo creo.


Segunda parada, ¿porqué los mugs no son jarros y los jarros sí pueden ser mugs?: Y ya que andaba en esa nota de comprar huevaditas (porque dime, no me ofendo, ¿son o no son?) se me ocurrió que la mantequillera (blanca, ¡sí, blanca!) iría muy bien usarla con una jarra térmica con sus filos rojos (que también tiene cuerpo blanco y contra, por si acaso)y en consecuencia, le irían relindos unos mugs rojitos para salir de mi níveo mundo, así que a buscar se ha dicho. De camino, como no podía ser de otro modo, "tropecé" con unos individuales cuadrados y preciosos, con diseños muy parecidos a los del adorno de mi quirófano, ósea de mi cocina, que andaban en oferta. El Portamugs también fue un ofertón. Y sí, a estas alturas ya tengo bien clarito el efecto de la palabra "oferta" para una mujer sola y suelta en Centro Comercial, y apuesto a que tú, amigo, amiga, también. Percibo un nudo en tu garganta. En fin, que encontrar los dichosos mugs casi me vale una postulación a miembro de la Real Academía de la Lengua, ya que la señorita que me atendió me porfiaba que los jarros rojos que yo quería eran mugs y no jarros y que los jarros si podían ser mugs pero los mugs no. Juro que nunca entendí el discurso este y solamente para no caerme pa'trás como Condorito, y porque la oferta 2 x 1 era solamente para mugs, le atraqué la explicación y me lleve mi media docena a casa, no fuera que cambie de parecer y resulte que ahora los mugs sí son jarros y la oferta se nos iba al carajo.

Tercera parada, a lavar los edredones ¿Yo? Nooooo: Mis manos no están hechas para esos menesteres, de arranque te lo digo. Es una cosa que toco detergente, el que sea, y ¡zás! las manos se me ponen elefantiásicas. Pero gracias a Dios que, además de darle al hombre el libre albedrío para joderse la vida, también le dio algo de su chispa divina como para que pueda componérsela y de cuando en cuando inventarse algo útil, gracias a ello, digo, se hicieron esas maravillas llamadas lavadoras automáticas. ¿Y cuál es el Paraíso de las Lavadoras? ¡La Lavandería! Y créeme que no hay nada mejor en esta vida que tener una amiga dueña de lavandería. Todo lo hace con un amor y con un aroma y es como un ángel de ese paraíso porque lo sabe todo, todo sobre texturas, secado y mil cosas más que para mi podrían venir escritas en alemán, lo mismo da. El caso es que de paso, te largas con una charla de aquellas, porque una cosa es que cuando estás trabajando te cites con tu amiga en una cafetería a romper la dieta por el puro gusto del reencuentro, pero otra, otra muuuuy diferente es que lo hagas en tus días de vagancia, cuando además de no poder salir de viaje por que te andan remodelando tu Berlín bombardeada, necesitas a gritos alguien con quien hablar, hablar, hablar y...hablar, ya que tu ansiedad out of the office no se calma con otra cosa que no sea mover la sin hueso. El plus es que siempre puedes encontrarte con la pequeña sobrinita de tu amiga que te dice: "Etás monita", que traducido al español viene a ser "Estás bonita" y no que te pareces a un primate, y con esa cara tan sincera que te eleva la autoestima hasta las nubes. Algo que ni a Ashton Kutcher (léase mañosonamente :"Cacherrrrr") le hubiera salido mejor, pues no olvidemos que los niños y los borrachos siempre dicen la verdad, jeje.
Cuarta parada, Cerditos en el espacio : Y esto me ha venido a pasar en la post celebración de mi cumpleaños. Cumplí años el 15 y gracias a que cayó miércoles me quedé en casa y la pasé con mi familia más cercana. Fue lindo, tranquilo pero lindo. Mi desquite vino el sábado cuando mi querido esposo me llevó a comer a un restaurante japonés. La verdad es que venía deseando con maldad, alevosía y ventaja darme un atracón de makis y eso fue lo que hice. Me debo haber comido como 40, si no más y claro, hacia las 11:30 de la noche me sentía más inflada que un dirigible. Nada más faltaba que C. me rente para poner avisos y me lance al espacio. Hubiéramos hecho un platal. Esa noche, en que se suponía pasaríamos una velada romántica, nuestro baño estuvo a punto de batir el récord de sus visitas. El Cura que nos casó dijo algo sobre salud y enfermedad, riqueza y pobreza, pero no recuerdo que haya mencionado nada relacionado con esto. Por fortuna, C. tampoco lo recuerda.
Quinta parada, de vuelta al barrio: Como siempre digo, los pies se me van solos hacia el Centro de Lima. El pretexto esta vez fue mi papelera para el baño, ¿lo puedes creer? Y de paso, dar una vuelta y mirar y admirar las viejas casonas, de camino al Barrio Chino. En un post anterior conté que Yo nací allí. Exactamente en una clínica que ya no existe y que mi blasfemo esposo una vez se atrevió a insinuar que de repente hoy ya estaba convertida en bulín. Tampoco es que espere una placa recordatoria en la entrada, como tampoco espero encontrar a nadie conocido allí. A decir verdad, solamente los peruanos me ven como oriental. Entre los chinos no causo el menor efecto a pesar de mi cara de plato, quizá porque tengo los ojos demasiado grandes lo cual rebaja un poco el efecto “ranura de alcancía”, pero no lo quita del todo. Así, me crucé todo el Barrio Chino, pasé bajo el portal, y me fui a buscar cosas para saciar mi compulsión por las compras, en medio de olor a pato asado y bocaditos chinos con nombres impronunciables. El Mercado Central me recibió con los brazos abiertos y los estibadores también. ¡Qué señores estos para cirios! Imagina mi cara de espanto, con mi bolsa de plástico tipo rafia (que me costó 4 estafadores soles), esquivando esas carretillas con enormes cajas de mercadería y casi morir del susto porque ¿las cajas hablan?, ¿las cajas te dicen mamacita rica y no te dejan pasar?, ¿le puedes mentar la madre a unas cajas?, ¿Caja tu madre? Que nooo, que nooooo y a pesar todo, conseguí la papelera que quería, a juego con nuestro futuro baño y que por cierto, no es blanco. Sólo por eso, no ha sido tan malo ser la diosa sexy de los estibadores por un día. Envídiame.
Próxima parada, a La Punta y por terapia: Así es. De pronto, cierto día, decidí no esperar a tener que usar esas blusitas tan poco fashion cuyas manguitas de amarran por detrás, para arreglar algunas cuentas conmigo misma y con mis relaciones con otras personas. Tengo mis rollos personales y créeme, no es nada fácil tomar la decisión de mejorar, de tocar ciertas heridas que una tiene en lo profundo, y menos hablarlas en frente de una persona extraña. Dicen que siempre las primeras veces son difíciles. En este caso, luego, y dependiendo de tu terapeuta, todo lo demás fluye. Y aunque no estoy segura de que quiera ir contando qué es aquello que voy descubriendo, una cosa sí te puedo decir: me queda clarísimo que Yo no puedo cambiar a los demás, pero por mí, sí que puedo hacerlo todo. El consultorio de mi terapeuta queda en La Punta, hay mar, piedras y gaviotas por todos lados. El ambiente perfecto para tratar una loca…¡jeje! Es sólo una coincidencia feliz. Las cosas en la vida no son perfectas, pero a veces se dan mucha maña para parecerlo.

5 jun 2011

Como una fiel apache...

Aquí, pues, enviando mis señales de humo. Parece que se me ha despertado el gen de la adicción porque realmente, en estos momentos tan peliagudos, estoy deseando tener un cigarrito entre mis labios. Fumando espero...el resultado electoral y para ser sincera, no siento miedo. Inexplicable luego de que por todas partes, propios y extraños hemos estado viviendo el tema en un estilo muy bíblico: hermano contra hermano, hijo contra padre, amigo contra amigo...cachete con cachete y pechito con pechito. Lo siento, soy la persona a quien más le aburre la política en este mundo. No es que no me importe el futuro de mi país, del mundo, del universo...es solo que me hartan las discusiones (y me parecen bizantinas además) sobre quién tiene "la razón" de qué...es frustrante que cuando tomo un taxi , feliz cada mañana, el señor taxista no sólo no desee guardar silencio el resto del camino (lo cual apreciaría enormemente) sino que, para remate, me truene los tímpanos con su análisis de la realidad nacional, pasada, presente y futura...y la consabida pregunta :  "Señorita, ¿usted por quién va a votar?" No es que me cambie el rostro (ha tenido el buen tino de llamarme "señorita" y solamente por eso, le perdono todo), pero se me avinagra un poco mi leche de soya y se me corta el queso de mi pan integral. ¿Qué quieres que te diga? La pus del chupo (y perdona la comparación ta pufi, pero así estamos) es que no podemos estar todos de acuerdo y eso no significa que Yo tenga la razón por encima tuyo y viceversa...anyway, lo importante es encarar las cosas con optimismo y no dejarnos llevar por el apasionamiento, el pesimismo y ...el Profeta de América...con roche debe estar. Desde este, mi pequeño rincón amarillo (como Yo) hago un llamado a la calma en el ciberespacio peruano. ¿Qué?¿No? ¿Se equivocaron de China? Peldón, pelo no estal a gusto con nada honolable campaña electolal y lo feo que le ha dado a las pelsonas pol atacalse los unos a los otlos. Así que porl favol, dejen de jodelse entle helmanos peluanos. Chijaukay!
Y ya que nadie me lo pregunta, igualito voy a decir que estuve ausente no por falta de ideas , sino por abundancia de ellas. He estado con los chicotes cruzados, sin saber que hacer, sin saber a donde ir. Mayo ha sido un mes de parálisis, de algunos descubrimientos, de ciertos comienzos...nada malo, pero es como si me hubieran atado las manos. De momento, me cuesta hasta entrar al facebook. Es más, lo encuentro vacío y a veces tonto. He sufrido una suerte de decepción o tal vez , una mejor "percepción" de las cosas. Para empezar, me ha dado risa comprobar que es más una plataforma en la cual las personas saldan ciertos conflictos con su propia inseguridad, dando rienda suelta a su deseo profundo de llamar la atención, de sentirse alguien , posando para la foto, regalando al que quiera una imagen de sí mismos que están muy lejos de ser...tan mal cuidado, tan mal disfrazado...un "te quiero, te apoyo y saldremos adelante" pero solamente en tu muro, para el Perú y el Mundo. ¡Bueno! Nada tiene que ser como a mí me parece, tampoco.A ver, ya parece que escribe Doña Perfecta. Podríamos decir que este blog juega su parte en mi deseo de "figuretear", pero no es así. Creo que no todas las personas escribimos para los demás. Al menos, creo que tendría más cuidado con mis estupideces y mis 52 (seguidores) tal vez sería algunitos más. Nada maestro hay en hacer un blog personal como este. Es abrir un poco el corazón y nada más. Desfogar, quizá.
De cualquier manera, pese a que andaba peleada con los teclados, es difícil sustraerse al vicio de volver, de escribir lo que sea, solamente por el placer de no estar tan en deuda con los amigos que se pasan por aquí y que me reciben en sus blogs. A ver, ya no quiero sentir tanto frío.

Una de las cosas de las cuales estoy también aburrida es de que me pregunten que para cuándo el bebé. Cometí el error estúpido, torpe e imperdonable de comentar en el trabajo, durante el almuerzo, que estaba "trabajando" en ello. Para que veas que mi cuerpo no está hecho de metal, mi cuerpo no está hecho de madera, mi cuerpo no está hecho de cartón, ni de seda, Yo también cedo a la presión de grupo y suelto la lengua como una manera de salvar el pellejo. La ca...é, lo sé, lo sé. Acorralada por los deseos de mis compañeras de tejer ropones (¿y una chompa?¿puede ser?) solté mi verdad y hay al menos un par que ya me tiene harta con la preguntita "¿Ya?" ... y aquí me verás, no sé qué cara poner cuando me preguntan esto. Me sale una mueca entre el "atíquechú..." y el "nosabenopina"...bien triste mi cara. Pero como ya lo escribí por aquí alguna vez : es un deseo ferviente, claro, pero por el momento nada. No se oye, padre. Parece que mi querido óvulo tiene aún la pretensión de mantenerse señorito y todavía les sigue pasado el casting a los espermatozoides de mi maridito. Mañana tengo cita con el doctor para ver si me manda algunos "ejercicios" de humildad que hagan que ese plebeyo deje sus pretensiones y se anime a mezclarse con el sector obrero, que está bien trabajadorcito. Así están las cosas. Mi coraza es el humor.
Pero no vayas a creer que todo en mi vida es para sentirme "borderline". En un par de meses, si Dios quiere, me debo estar mudando. Tenemos una casa en plenas reparaciones. Tierra por aquí, tierra por allá. No le he sacado muchas fotos al antes porque, aunque es una linda casa, el estado en que llegó a nuestras manos era de post guerra. A decir verdad, solamente le saqué unas pocas del tragaluz y para enviárselas a mi querida Rocío, de CasaHaus, que me va a ayudar con la decora. Calculo que lo principal esté para fines de julio, porque hay que cambiarle todo. Entonces, ya te podrás imaginar que estoy como jugando a la casita, pero de adeveritas. Hasta le tengo planeado un exorcismo, por si acaso, una nunca sabe, para la mudanza. De cualquier forma, es un nuevo comienzo para nosotros y confío en que también lo será para mi vida blogueril.
Extrañé mucho esto y me agrada volver. Solo por ese gusto, me caigo con un meme...

3 verdades y 3 mentiras (gracias, nuevamente, a Curly Girl por pasármelo!) solamente que esta vez no voy a decir qué cosa es qué, para hacerlo diferente y a ver si me lo creen todo.

Verdad o mentira 1 : Escribí a los 9 años mi primera novela. Bien fresita. La boté porque era un vergonzoso remedo de Candy.
Verdad o mentira 2: Contrario a lo que se esperaba de mi, ya que había sido un completo desastre en la secundaria, terminé la universidad antes de lo esperado y con muy buenas calificaciones. De hecho, hasta estuve en el tercio estudiantil.
Verdad o mentira 3: No me gusta bailar. De hecho no sé hacerlo y no estoy interesada en aprender. No entiendo como la gente le puede hallar gusto a moverse como taraditos.
Verdad o mentira 4: Soy acrofóbica. No puedo subirme a un avión. Es más todos los viajes que he hecho han sido por tierra o mar. Detesto volar y solamente lo haría como Mario Barackus: drogada o noqueada.
Verdad o mentira 5: Si tuviera oportunidad de tener superpoderes, me encantaría ser telekinética y telépata. Lo lamento, soy patética :P
Verdad o mentira 6: Lloro como una magdalena con las cosas más simples. Soy muy fácil de conmover. Hace poco me metí una maratón de lágrimas que casi inundó mi habitación . Se me dió por ver "Boys over flowers", un dorama coreano y lloré!!!! pero lloré!!!...hasta sentirme totalmente fresita.