29 nov 2010

Confesiones de una cana

Ayayay, no es que me esté quejando pero nadie me quiere. Ayer, China Toon, en medio de esa maraña de pelos que se le forma en cada lavada, me arrancó si piedad. Sin pena, la muy desgraciada. Todo para que nadie sepa que es una farsante. Aquí entre nos, tienes que saber que cuando sus amigas le dicen “¡Que oscurito tu cabeeeelloooo! No tienes canas” Ella sonríe más misteriosa que la Mona Lisa y no dice esta boca es mía. Se hace la tercia, porque tiene, tieeeeneee y no sólo soy Yo, arrancada y triste, la única que en esa cabeza habita. Quedan mis hermanas, ocultas entre unas cosas que se dicen rizos (¡faltaba más!), camufladas, pero ahí están, listas para vengarme.
Digo Yo, ¿Acaso no soy parte de la cabellera? ¿Qué cosa le hago a esta para que me arranque? Tal vez no armonizo con el color de su vanidad. Tal vez, soy minoría en medio de tanta pelambre de color café. Tal vez sea la rebelde, la que se opone a seguir a la manada, pero ella debería saber (¡so ignorante!) que en otros tiempos era símbolo de madurez y sabiduría, y hasta chic se me consideraba. Cosa que no podemos decir de su persona, ¡Já! Tanto que dice que le gustaría vivir en la época de los Luises de Francia, que no se haga la sueca y recuerde que las pelucas eran de pelo blanco , bla-a-anco. Y que me perdonen sus contados blogleyentes (Saludos a Armando que se animó a ponerse como seguidor. Segurito que de puro buen cristiano, porque Yo, paso) pero esta mujer es de las que asocian canas con vejez, a mi modesto entender. ¿Qué le pasa? Si todos sabemos que hace rato es base 3 y ¿qué con eso? ¿No que no le importa? Ahora, es cierto, que no combino con ese tono de piel tipo bocadito chino y toda blanquita como soy, requiero de cuidados especiales, pero no hay que ser injustos. Aparezco a cualquier edad, porque me gusto como soy y me siento cómoda en su cabeza, así que el rechazo me ofende…también podría salir más abajito, pero con esta onda de seguirle la línea al bikini , y más que ya se viene el verano, estoy condenada y segurito me podan. No me conviene mucho, mientras tenga donde crecer, al menos.
Pero vamos, Ella tampoco es que tenga la culpa de lo que le han metido en la cabeza. A pesar de que en lugar de avanzar con la lectura de sus geniales libros, que comprara en una reciente feria, esos que tienen las puntas dobladas en lugar de señaladores (y eso que tiene un cajón lleno de señaladores y¡ hasta los roba! Sííííí. Que te cuente su hermana), se le ha dado por leer esas revistas de modas , dizque para seguir las tendencias. ¡Tendencias , mis narices! Lo que aprende es a acomplejarse porque no pasa del metro sesenta (ni llega, la retaca), no tiene la cintura de Shakira (¡Ilusa!), ni las tetas de Carmen Electra (no comments). Paga porque le recuerden que no es perfecta. Me pongo blanca de risa. En su lugar no le prestaría tanta importancia a sus “defectos”, teniendo en cuenta que los comparte con chorrocientos millones de mujeres que andan por todo el mundo. La muy…no se da cuenta que eso precisamente la hace normal… aquí entre nos, es un poco corcha (me da penita), debe pensar que es la única que compra productos para combatir la celulitis y que a J Lo solamente le cuida el poto su marido.
Últimamente anda obsesionada con el cabello de Kiera Knightley, ¿será por eso que me arrancó? Pensará que la Kiera no tiene canas porque está chibola. Lo que no recuerda es que todas sus primas y hasta su señorita hermana tienen canas desde que tenía un año de edad, así que está fregada porque el tema conmigo es herencia. Me conozco a todas las mujeres de la familia Toon desde chiquitas. Claro, las muy herejes se hacen las que no, pero todas sabemos que sí. Los hombres nos llevan con orgullo. Saben que la alternativa (hereditaria también) es ser unos calvos felices, así que caballero no más.
Con esos antecedentes, quisiera saber si insiste con eso de que mejor hubiera sido nacer varón. A ver si le dura la gracia y desciende del rascacielos de su vanidad y desde la montaña de su orgullo, ahora que descubra que NO ES la heredera absoluta de los genes de la abuela materna No - Toon. Una dama de señora. Qué digna, qué linda ella con su cabello negrito hasta bien viejecita y que cuando llegué para quedarme, nada, ni se inmutó y bueno, a cambio a mí tampoco me dio la gana de invadirla. Santa señora. Nunca me tiñó como lo hacen las descreídas de las nietas. ¡Qué manera de apestar la del amonio ese que les echan en los salones! Rubio-cenizo-cobre-metálico-rojizo ¿Ese es un color decente? Bueno, China Toon ya no abusa de esas cosas hace tiempo, tampoco quiero hablar mal. No, no, no. Hace un año, debido a los mitos inculcados por su mamacita (otra que le da a la pintada como una bendita) decidió volver a su color natural y así andaba, toda marroneada, media castañuela (castaña) y era feliz…gringuita se sentía, la muy alienada. Lo que no sabe es que de marrones, luego nos ponemos rubias y de rubias, a blancas…¿A qué? ¿Ya no le parece a la doña? Qué se aguante y aprenda a quererse como es, que ya rompieron el molde.

Lejanos están los tiempos en que ella quería ser como la Tongolele. Se andaba decorando el mechón, la bandida. Un día, no sé de dónde sacó la idea, se quiso platinar el pelo y se aplicó una de esas oxigendas de no sé cuántos volúmenes. Para su buena suerte, solamente se le pusieron castañas las sienes y el cerquillo, porque de lo contrario iba a quedar más parecida a un Siberian Husky que a la legendaria Yolanda Montez. Así con esta chica. Si se tomara las cosas con calma, ten por seguro que apareceríamos con gradualidad. Que tampoco somos invasoras, te advierto. Pero digamos que a ella le gusta estresarse por huevadas. Que si el jefe esto, que si Máximo aquello, que si Alex lo otro, que si no le responden los correos (todo lo ve correo, tiene espíritu de funcionaria pública), que si la inmortalidad del cangrejo y los huevos del gallo. Todo la estresa. De una vez que entienda que esta vida que Dios le dió es única y cada día, irrepetible. Un higadito es. No toma en cuenta que tengo un eterno flirt con las alteraciones hormonales provocadas por sus atarantados estados emocionales. Por lo tanto, cualquier pataleta, disgusto o presión que le provoque estrés, es luz para mis ojos. Más bien para sus canas.

Para que vean que toda esta confesión es en buena onda (igualito le dicen a las fashion bloggers y luego las hacen trizas, no queda ni trapo para limpiarte las lunas del auto), juro que puedo permitir que de cuando en vez (o de vez en cuando, carajo, así hablo Yo) me tiña, pero sin amonio, naturalito no más. Nada de salir con la chuchumequería de nuevo de querer ponerse las mechas como pelo de choclo, que eso maltrata. Como miembro activo de la Comunidad del Cabello Sano, se lo prohíbo y hasta de rodillas se lo pedía pero no tengo con qué. Que ni es bueno tratar de ser como Kierita porque cada cual es como es (antes de querer ser como otro, asegúrate de que ese no quiera ser como Tú, sopenca) así que tampoco hay que darse por menos, ¿eh? Cana Power, he dicho.

24 nov 2010

El anillo único

No se trata del anillo para atarlos a todos y llevarlos a las tinieblas. Aunque muchos me podrán decir que , por el contrario, surte el mismo efecto. Se trata de los anillos del "casorio".  Y sí es único por que no pretendo tener otro de estos en la vida. No sería lo mismo ( y sé que Tú me entiendes ;P ). Sucedió un día como hoy, 24 de noviembre, hace 3 años. Bueno, por la noche, exactamente. Acordes de la Misa Criolla de Chabuca Granda (peruanísimos hasta la médula, mi C y Yo) , vestido de novia ,o disfráz como a veces le llamo, velo y tiara de hilos de plata...el que se supone es el día más importante en la vida de una novia, de tan importante que es, me puso tan nerviosa que no recuerdo los pormenores. Vamos! un poco, se me salió de las manos, porque intentaba ser lo más sencillo del mundo, pero acabó siendo un acontecimiento más social de lo que pensamos. Puestos en el camino, lo que nos quedó es no arrugar y llevarlo todo hasta el final. Suena muy dramático, pero...casi me pasa lo que a Carrie en "Sex and the city 1", jejeje...pero mi Mr. Big ( o Mr. C) no será millonario, pero es bien fiel al castigo...está enamorado, pues!  XD y nos soplamos todo el lío como buenos patriotas que somos, como niños que sí comen sus verduras y que sí se sacan puras A y caritas felices en el Kinder...¡Nos casamos! Aunque , el casamiento de adeveritas lo tuvimos una semana antes. Más íntimo, más true love, pocas personas, un loco que nos tomaba fotos y nos daba un discurso de paporreta (¿Qué era? ¿maestro de ceremonias del Registro Civil?¿Mil oficios?)  y me hacía matar de la risa. Por su culpa mis ojos chinos, ni salen en las fotos. Un par de rayas  y nada más. Pero me acuerdo todito.
Podría escribir muchas cosas sobre estos tres años ( y los versos más tristes esta noche!, jaja) aunque mi querido esposo (espeso) no se pasea mucho por este blog. Creo que me deja "mi espacio" en todo sentido y eso me gusta de alguna manera extraña. Quisiera decir, por ejemplo, que escogimos dos tonos de metal para nuestros anillos porque simbolizan nuestras diferencias y nuestras cosas en común y blá-blá-blá...pero sería una mentira. Los escogimos porque teníamos que tener un par de estos y nos parecieron bonitos y sencillos, como los detalles que acompañan nuestras vidas. También, me gustaría decir que la fecha coincide con nuestro primer beso y esas cosas que atesoran los novios normalitos que no somos,pero...la verdad es que la fecha la escogió Ana Luisa en un estudio profundísimo de la energía numérica y de la conjunción de planetas...una vaina que hasta hoy no comprendo, pero que agradezco un montón porque coincidía con nuestras vacaciones.
Podría decir muchas cosas más acerca de lo que significó ese día, pero no se me ocurre más que esta : con altas y bajas, con días grises y llenos de sol, con mis defectos y tus manías de por medio, con esas cosas tontas que a veces te digo y de las que luego me arrepiento, con tus regaños y mis engreimientos, con las bromas que me gastas y que me sacan de quicio, pero me hacen reír, con mis zapatos de gata loca y tus lentes de nerd...tal cual fue, lo haría todo exactamente igual, aunque luego no lo recuerde. Y con ese estado amnésico, llegar a viejos ¿porqué no? Love U.

18 nov 2010

Post Navideño I : ¡ A mi con Papá Noel !

Yo no creo en Papá Noel ¡Ah, sí! Es en serio. Por esas cosas geográficas y bien mundanas de esta vida, porque, dime Tú quién le mandó a mi papá a casarse con una pariente lejana y dar continuidad a ese Macondo familiar que se inició hace como un siglo (sí,con cola de cerdo incluida) con el lío de los tatarabuelos y ese “todos contra todos” que hay en el árbol genealógico bien achorado, que cada vez que queremos explicarlo, por Dios que mata neuronas a nuestros pobres interlocutores. Por esas cosas digo, que hicieron que tanto mi familia materna como la paterna sean del rico Norte (exactamente, de La Libertad, mira Tú, qué bonito eso de nacer en un lugar con semejante nombre), que tuvieran las mismas creencias, las mismas costumbres y hasta los mismos recuerdos y que de pasadita, nos redujeron de un pajazo (así de rápido) las probabilidades de ser recibidos por otros parientes en algún punto más exótico que nuestra ciudad capital (en calidad de paracaidistas,off course, sino ¿cuál sería la gracia?) , con lo cual nos bloquearon la intención de diversificar tradiciones. Por eso mismo, vengo haciendo en este post , mi declaración de fe o no fe. Ahí no hay dilema.
Una vez, le pregunté a mi hermana porqué nuestros papás nunca nos metieron el cuento de Papá Noel. Ella me respondió : “Aiiiiiccccccccchhhh!!! Porque en la Sierra no hay Papá Noel, pueeeeeeees!!!!” dicho esto con cara de ¿qué le pasa a esta monga? Así de simple zanjó la cuestión. Y la verdad, no es que no “crea” en Papá Noel, sino que a mí no me enseñaron que era él quien traía los regalos. Conmigo nunca fue lo de “Si no tomas la sopa, Papá Noel no te va a traer nada esta Navidad, ¿ah?” Conmigo empleaban otros métodos de chantaje. Lo cual me lleva a pensar que en recursos paternales existen ciertos clichés que nunca, pero nunca pasaran de moda, como el típico:“Toma una cucharita por tu mamá, otra por tu papá…etc”. Clásicos, que le dicen. En fin, desde que tengo uso de razón (que la uso, aunque no parece) iba con mi mamá y mi hermana a escoger mi regalito, el mismo que luego era envuelto y guardado hasta la Nochebuena para ser puesto a los pies de mi cama y que solamente podía abrir hasta pasada las doce, ósea la mañana del 25, porqué a ver qué niño sí aguanta despierto más allá de la medianoche, dime Tú. Te juro que Yo tenía la misma expectativa por el regalo conocido que cualquiera, pero no con la ansiedad aumentada de querer toparme al viejito del costal y a pesar de esto, lo amo . Historias acerca de los descreídos estos que intentaron esperarle y que jamás llegaron a verle, salvo escuchar entre sueños el tintineo de sus campanas, me sé muchas. Como la de C. A quien sus papás engañaron con la historia de Papá Noel y que para sorprenderlo in fraganti se turnaba con su hermano casi gemelo (se llevan un año, pero todos los confunden…por poco, hasta Yo que soy cegatona) y claro, estuvieron a punto de descubrir que quien estaba en el balcón, tirado en el suelo era uno de sus hermanos mayores, que tuvo que aguantar la respiración para no matar la leyenda. El pobre C. nunca llegó a ver nada porque se durmió antes que su casi gemelo y este le presumió por años que él sí llegó a verlo y hasta le dio la mano antes de salir volando en su trineo. Panudo y palero.

Tengo que explicar que de donde son mis papás la tradición navideña es mucho más rica y ceremonial. Allí no hay pinos, por lo tanto, no hay árbol para poner regalos, lo cual explica porqué en casa no hubo nunca uno hasta que mi hermana y Yo tuvimos edad para comprarlo. Luego, tampoco hay Papá Noel ya que, como sabemos, es una tradición foránea y cuando ellos eran niños, las costumbres limeñas no llegaban con facilidad al interior del país. Allá lo que se estila es hacer una especie de posada. Las niñas se entrenan para hacer de pastoras. Aprenden canciones y bailan para adorar al niño. Ser pastora tiene una importancia social. Es como "ser alguien" solo que la cosa viene con mística. Ese es el momento más esperado del año. Con vestido nuevo, todas van a las casas en donde sus dueños visten el nacimiento (o pesebre) para cantar y de acuerdo a lo que me contaba mi mamá, terminaban en la de una señora que tenía un pesebre estilo pueblo, con escenas de la vida diaria y que ocupaba todo el largo de la sala. Luego, hacían un compartir con pan, bizcochos y chocolate. Por supuesto, habían regalos. De modo que puedes ver que allá se la pasaban tan bien como acá o hasta mejor.
Mi mamá ha sido mil veces pastora cuando niña, la muy figuretti, y tal vez por eso Yo, para no ser menos, le atraqué muchas veces para ser el ángel del pesebre en la Parroquia. ¿Qué te crees? Primero fue China Toon y despuéeeees los ángeles de Victoria’s Secret XD. Mis alitas  fueron hechas por mamá Peluche, de cartón forrado con papel metálico dorado. Alas de ángel mariposón , en todo el sentido de la palabra y sí, porque mi mamá tomó el molde de las alas de mariposa que le prestó una amiga y tuvo seguro una confusión celestial con el tema, porque parece que se olvidó de que hay alas y alas, ¿no? Pero como ahí nadie podía decir que vio o no vio un ángel, ¡zás! Me zampó las alas con puntas hacia arriba. El tema nos duró hasta los 9 años, porque a los 10 algo rojo que no era precisamente Papá Noel, hizo su aparición intempestiva. Llegó la pubertad y se acabó el rollo. Ángel caído.
Pero volviendo al tema de Papá Noel, como explicaba, no creo en la manera en que tradicionalmente se enseña a creer y sin embargo, creo. Siempre quise enviarle cartas y esas cosas. Y acá empiezo a creer que desde pequeña tuve una predisposición patológica para creerle las mentiras a otros...¡Vaya!¡Bueno!... Incluso, llegué a escribir una carta y me mandé tremendo floro para impactarlo y que me trajera regalos, a pesar que Yo sabía que no existía el mencionado señor. ¿Te imaginas lo que habrá sido? Seguramente , más o menos así:

Querido Papá Noel (con cuidada caligrafía, no sea que por burra no me traiga nada)
Desde mi más remota infancia (aquí fallé porque tenía 7 años ¿qué tan remota podía ser?) he anhelado que vengas a visitarme (léase que “anhelado” era una de las palabras difíciles que había aprendido a escribir, para impactar, ya sabes), pero no a traerme regalos, ni esas cosas, ( Sí, claro…puro floro) sino a que traigas la Navidad a mi casa (en esa época, ya sabía que las festividades se escriben con mayúsculas, pero de pura copiona, porque lo plagié de un encarte de la tienda Oeschle) y a mi familia. Si por ahí viste que he tomado mi sopa a pesar de que es una porquería (la cuota de sinceridad), que he perdonado la vida a mi hermana porque no me presta sus aretes (¿es pecado querer ser hija única?), que ya liberé a mis chanchitos de tierra de mis cajitas de fósforos (derechito a su funeral) y que ya no digo malas palabras (sospechosamente, un mes antes de la Navidad, me volvía más fina que Lady Di)¿Me podrías traer una muñeca? No muy cara (siempre tuve conciencia social) para que te alcance la plata para comprarle algo (“algo”, léase como cualquier huevada) a los otros niños, pero eso sí, que no tengan mis primas las pesadas con las que me compara mi mamá, porque las odio. Y también quiero paz en el mundo (me salió la Miss que llevo dentro. Saluda con la manito) Gracias, Papá Noel. Un besito.

China Tuncita

Porque de verdad Yo sí le tengo fe y aunque nunca envié mi carta, por razones obvias, creo que más allá del cuento comercial de la Coca Cola, es genial que haya existido alguna vez una persona que se preocupara por las necesidades de los demás. Esa sola persona, Papá Noel o San Nicolás, sirve de inspiración a muchos hoy en día. Una vez, en mi obsesión por probarme que de alguna manera existía, encontré una respuesta en “La familia que nadie quería” libro de Helen Doss, que cuenta la historia de un pastor y su esposa que adoptaron 12 niños huérfanos en diferentes tiempos. Los peques preguntaban por Santa Claus (su equivalente gringo) y como ya estaban bien grandazos para seguir pensando que los chanchos vuelan (o los renos, en este caso) se dieron la explicación más lógica que encontré : Santa Claus es el espíritu de la generosidad que al entrar en ti te hace actuar como un Santa Claus. Tal vez Yo no crea que existe el viejito este, pero eso no impide que lo tenga por cada rincón de mi casa. Tú me visitas en diciembre y lo vas a encontrar hasta en el baño: en una toallita al menos ¿qué pensabas? Tampoco es que lo plante al pobre en una funda de la tapa del wáter para que de pronto tenga todo ese panorama tan “nude”  de mi derriére. Hay que tener respeto por las canas del pobre viejo, digo Yo.
Más bien, lo tengo representado por cada rincón en una Navidad imposible, de copos y muñecos de nieve en pleno inicio del verano, de pinos de mentiritas, ya que los únicos que encuentras por acá son los de adorno. Y acaso sea mi Navidad,  aquella de los regalos que toda la gente critica, pero ¿sabes? No puedo sustraerme a su embrujo, a esa cara bonachona del gordito que me hace pensar ,un poco triste y un poco aliviada, que hay al menos una época en el año en que la gente se esfuerza por ser buena. Sí, debería ser siempre pero somos humanos y cual máquinas, por ahí que nos programamos para ciertas épocas del año, para ciertos momentos, y al menos tenemos eso. No sé, las cosas se vuelven tan comerciales en estas fechas, el tráfico tan imposible y por ahí que entre una carajeada o ptmadreada, te puedes detener a pensar que estos íconos de estación pueden tener un lado "b" que en el fondo percibes, que puedes sentir tuyo. Al cabo, se trata del único día del año en que todo se detiene, menos tu corazón. ¿A mi con Papá Noel? Dale, con todo y renos, pues.

8 nov 2010

Tras la tempestad...¡libros!

Este año, en vez de dedicarme unicamente a las celebraciones de Crioween (que acá celebramos el Día de la Canción Criolla y de puro alienados el Halloween, y ya no me da vergüenza :P) aquel fin de semana, luego de mi declaración catártica acerca del estado de mi genio (del mal) y para acabar de conjurar el cruce planetario decidí visitar, la 31 Feria del Libro Ricardo Palma que volvió al Parque Central de Miraflores, dejando atrás los líos del ahora ex - alcalde de este distrito quien la desterró de “sus dominios” y nunca entendí bien porqué. El caso es que volvió y fueron 150 mil personas quienes la visitaron en la casi semana y media que duró, entre ellas, esta seudo oriental que aprovechando el día de sol , el cual últimamente nos es tan esquivo, sin bolso, sin nada que me estorbe, muy cómoda en zapatitos chatos (reducida a la mínima expresión), y acompañada de mi querido esposo, partimos o casi volamos, hacia allá. Looking for Paradise ♪ ohoh-oh-oh♫ 


Cada año, la Feria del Libro no solamente pone a la venta lo más selecto de la Literatura Mundial, sino que ofrece actividades culturales muy interesantes: lectura de libros, presentaciones, conversatorios, etc. En la que es considerada la feria de libros de mayor antigüedad en nuestro país. Este año además, la estrella fue nuestro recién estrenado Premio Nobel de Literatura, Mario Vargas Llosa y como se esperaba sus libros fueron los más vendidos. Y para que veas que ser un Nobel ya es hablar de otro level, los libros viejitos de Don Mario, las primeras ediciones de sus obras, fueron las que alcanzaron precios que no hubiera imaginado. Pregunté por “Conversaciones en la catedral”, en uno de los stands que vendía libros de segunda (que también los hay) y me dijeron que costaba 270 soles, cuarta edición. La misma obra, reeditada en la actualidad, me la podían vender a 85 soles. Pero la que ha batido record de records es “La ciudad y los perros” que alcanzó la friolera de 2,000 soles, primera edición. A propósito, de sólo pensar que la leí en mi época de escolar y la tuve conmigo deambulando del baño a mi habitación, de mi habitación al baño (Sí, leo en el baño ¡No sabes qué placer!) Y que yo, con honradez escrupulosa devolví a su dueño, quien más tarde la revendió en paquete junto con otros libros más (no quiero averiguar de quién y de qué, segurito me muero) para comprarse figuritas del álbum del mundial o de cualquier otra pavada, me doy de cabezazos. No sólo porque soy incapaz de deshacerme de un libro y ponerlo en venta, sino de pura codiciosa, para qué te digo que no. Meada culpa.
Llegando no más al parque Central, te reciben las flores que es algo que nunca me cansaré de alabarle a la naturaleza. Las flores y sus colores imposibles, se alzan en medio de cada porción de jardín y de inmediato pienso en lienzos, pinturas y pinceles. A cada paso, puedo ver también los gatos que se han vuelto inquilinos del parque. Hay de pintitas marrones y negras, unos plomos, un blanco atigrado. Me miran, me dicen “miau” y me barren de pies a cabeza con su mirada felina, pero no se les mueven ni los bigotes a estos michos. Yo también les digo “miau” pero uno bien articulado, con entonación, algo que siempre los desconcierta y los obliga a mirarme. Parece que piensan que es imposible que esa mujer de ojos achinados, con su cara de plato, casi tan enana como ellos y sin cola que le pisen( sin confirmar, jeje) conozca el idioma michino, entonces, me vuelven a barrer y se van de largo. Dicen, que si antes los gallinazos eran los animales que más abundaban en Lima, pues hoy en día son los gatos. Cuídate, Mickey. De mis cavilaciones me saca la vista de la Feria y sus como callecitas que han hecho para que quepan los stands. Calles con nombres bizarros como "Motor del Deseo", y otros que ya ni recuerdo porque la emoción de ver y sentir los libros me llena toda. MVLL, nos recibe en technicolor, multiplicado por las diferentes editoriales que le rinden culto. 

Mi tarjeta de débito me pica en el bolsillo. Me lanzo a ver unas ofertas y encuentro mi primer libro a 10 soles “La Kahina” siempre Yo buscando historias acerca de mujeres valientes, tal vez para que ellas me den valor. Historia de una líder bere-bere y casi una leyenda. Espera en cola a ser leído. Luego me topé con “Salón de Belleza” de Mario Bellatín, esa costó alguito más, pero valió la pena. Hace como 10 años que deseaba leerla, nunca esperé tanto por un libro, pero me fue muy difícil de encontrar, sin embargo, al fin lo tengo y ya lo devoré pues es bastante corto. Se trata de un relato crudo y al mismo tiempo tierno. No sé, algo tiene que no te asquea a pesar que habla de la muerte como último refugio para una penosa enfermedad: el SIDA. El peluquero que convierte su salón de belleza en un moridero es un personaje inolvidable. Un libro como para recomendar.
Otro libro genial que encontré es el publicado por la Universidad Católica "Tras una lengua de papel", de Carlos Garatea. Un estudio de la evolución de la Lengua Española en el Perú, que me pareció interesante, especialmente a mí que soy una terrorista total del idioma de Cervantes y aún con todo, me encanta su riqueza y sus diferentes formas. Claro, Yo me tomo tooooodas las licencias habidas y por haber para hablar y para escribir, de esas que te harían desear ser sordo y ciego, creo Yo, pero no es por mal, sino por purita experimentación. En contrapartida, no tiendo a escribir con “patitas de araña” tal vez porque no pertenezco a la “generación del pulgar”, y soy muy maniática de la ortografía (aunque a veces me vaya “del orto”, como dicen "ashá en la Argentina") es que no me imagino lo que hubiera sido de mi de nacer en este siglo. Soy an old fashion girl, confirmado.

En cooperación con mi adorado compramos, de Hugo Neira “Las Independencias, doce ensayos” que habla sobre los procesos independistas, los caudillos, la cultura, la identidad de nuestros países latinoamericanos, etc. Totalmente recomendable para entender nuestros orígenes y tal vez detectar nuestras debilidades y fortalezas. Espera su turno para ser leído y Yo también espero que no me quede corto lo poquito que ya queda del 2010 (¿Se respira Navidad? Casi…) para darle vuelta. Lo que no esperaba encontrar es una recopilación de “Caín y Abel” los escritos de humor de Rafo León que publicara allá por el año 87 en la revista No, que venía acompañando al semanario político . Es la historia de unos gemelos, uno subte y otro ganso que no pueden ser más opuestos entre sí. Fue muy emocionante poder comprarla, casi como encontrarte con parte de tu niñez ya que yo leía esto en la casa de mi tía M cuando era una chibola flaca y con cara de cuy . ¡Hasta las coleccionaba! (ya bueno, me las choreaba) identificadísima con Caín, aunque Yo no sabía lo que era ser subte, pero más porque ese personaje era un rebelde que no se vende al puto sistema alienado, jaja…algo así predicaba en sus líneas. Ya me puedes imaginar con mis púas en las orejas y mi ropa rota. Mi papá decía que me iba a regalar unas botas de pollero para que me las cuelgue como aretes, jaaaa!...esa onda no me duró nada, aunque sí el gusto por esas historias porque busqué la revista en todos los consultorios de los dentistas (para levantármelas, sí!) o lugares de reventa (para pagar por ellas y no ser mal vista por mis doctores) pero cuando menos lo esperé, allí estaban, en un libro, que sí pagué, por si aca.
Diferente de su hermano es Abel, que era como el hijito perfecto, el que toma toda su sopa y hace su tarea. Detestable, pero un mate de risa. Aunque claro, no sé si podría pegar en la actualidad algo así, porque hasta tenía su contexto político y social, como la China Tudela (otro personaje de Rafo) pero versión lorcha y misia. Para no matar gatos con la curiosidad insatisfecha (homenaje a los michos del parque K), puedes chequear este blog subte bien interesante donde encontré los artículos de Rafo León y claro, mucha info sobre la movida subte en nuestro país que pienso leer y que me parece más auténtica y real que los punkies o los emo, en mi opinión, esta última, llena de chibolos poseros (¿tú no eras así acaso, China Toon?¡No jotas!).
Aunque dicen que la feria no estuvo a la altura de lo esperado por cierto sector del público, comparto a medias esta opinión. Mucho Vargas Llosa (es nuestro primer Nobel ¿qué esperaban?), mucho stand y poco diseño, poco aire intelectual (!) dicen...Si bien creo que cada año debe ser mejor, claro está, le ha faltado el aire de otros años, ese que a uno lo motiva a sentarse y leer. Un ambiente más cómodo, pues, mejor estructurado. Pero el simple hecho de que vuelva al Parque Central es como cuando alguien muy querido vuelve de un largo viaje a su hogar, a su casa: siempre es bienvenido. Yo estoy feliz de que la Feria del Libro Ricardo Palma haya vuelto a Miraflores de manera tan exitosa (3'500,000 soles en ventas) y esta vez, espero, para quedarse.